Todo empieza aquí:
Tu piel tiene una barrera natural.
Y es tu mejor aliada.
La barrera cutánea protege la piel reteniendo agua y nutrientes, y bloqueando agentes irritantes. Si se daña (por exfoliación excesiva, estrés, sol o cosméticos inadecuados), la piel se vuelve sensible. Además de fortalecer esta barrera, es clave cuidar el microbioma, la segunda línea de defensa.
Tu piel tiene microaliados.
Seguro que has oído hablar del microbioma… pero probablemente en contexto intestinal. Pues sorpresa: tu piel también tiene el suyo. Desde que nacemos y entramos en contacto con el mundo exterior, nuestra piel empieza a poblarse de microorganismos: bacterias, virus y hongos. Y no es una invasión: es una alianza.
Residentes: Viven de forma estable en la piel y la protegen.
Transitorios: Vienen del exterior y pueden causar problemas como infecciones o irritaciones.
Tu microbioma es tan único como tu huella dactilar.
El microbioma de la piel es único en cada persona y actúa como una cuarta capa protectora. Vive en simbiosis con nosotros: le damos nutrientes y él nos protege de gérmenes. Su equilibrio es esencial para la salud cutánea, y uno de los factores clave para mantenerlo es el pH, idealmente cercano a 5. En SMUU, se formula con biocompatibilidad para respetar y fortalecer el microbioma, no alterarlo.
En SMUU apostamos por prebióticos, conservantes suaves, texturas no oclusivas y activos vegetales fermentados que trabajan con la piel, no contra ella.Una piel sana no necesita empezar de cero.Solo necesita no tener que defenderse de su propio cuidado.


