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Artículo: Dermorexia ¿Una nueva forma de autolesionarse?

Dermorexia ¿Una nueva forma de autolesionarse?

Dermorexia ¿Una nueva forma de autolesionarse?

Hace unos meses hablando con una posible colaboradora de Smuu, le estaba explicando quienes éramos y en qué nos diferenciábamos de la competencia. Entonces le pregunte ¿Conoces a X? (una reconocida marca del sector), a lo que me respondió “¡Claro! Mis hijas no paran de pedirme que les compre”. Sabía por una amiga en común que sus hijas tienen 9 y 11 años. 

¿Qué hacen dos niñas que solamente tendrían que estar pensando en no catear, jugar y divertirse, preocupadas por no tener arrugas?

Es alarmante el nivel de obsesión que estamos generando a nivel social en la cosmética como si fuesen modas. En general, estamos usando los productos como quien compra unos pantalones. Entendemos que todos tenemos una curiosidad natural por probar cosas nuevas pero lo que está pasando en las redes sociales no es normal y está afectando a las nuevas generaciones.

 

¿Qué es la dermorexia?

Es una preocupación obsesiva y compulsiva por lograr una piel "perfecta" a través de rutinas de cuidado de la piel extremas y repetitivas, llegando a causar daño físico y psicológico a pesar del objetivo de mejora estética.

 

Comportamientos característicos:

  • Uso excesivo y compulsivo de productos para el cuidado de la piel (limpiadores, exfoliantes, mascarillas, etc.).
  • Realización constante de rutinas de cuidado de la piel, a menudo prolongadas y ritualizadas.
  • Examen constante de la piel en busca de cualquier imperfección, incluso las más mínimas.
  • Sentimientos de ansiedad, angustia o culpa si no se siguen las rutinas estrictamente.
  • Aislamiento social o evitación de situaciones donde la piel pueda ser juzgada.
  • Búsqueda constante de nuevos productos y tratamientos, a menudo influenciados por tendencias o publicidad.

 

El Delicado Límite: ¿Cuándo el Cuidado se Convierte en Daño?

La dermorexia, la obsesión por una piel perfecta, puede dañar físicamente causando irritación, sequedad, dermatitis por sobrecarga de productos, desequilibrio de la flora cutánea y envejecimiento prematuro. La manipulación constante lleva a cicatrices y manchas.

Psicológicamente, genera ansiedad y estrés continuos por la apariencia, daña la autoestima y causa frustración. A largo plazo, puede contribuir al desarrollo de otros problemas de ansiedad o del ánimo. El exceso de cuidado obsesivo cruza la línea, volviéndose perjudicial para la piel y la salud mental.

La dermorexia se asemeja a la autolesión por su compulsión y rituales incontrolables, que ofrecen un alivio temporal de la ansiedad. A pesar de buscar "mejorar", las acciones terminan dañando física y emocionalmente. La obsesión con la piel se convierte en una forma de controlar el cuerpo y dirigir el malestar, con el riesgo de intensificar el daño al necesitar rutinas cada vez más extremas.

La dermorexia no surge en el vacío; varios factores de riesgo predisponen a las personas a desarrollar esta obsesión por la piel perfecta:

  • Influencia de las redes sociales y la cultura de la "piel perfecta": Vivimos en una era digital donde las imágenes retocadas y los estándares de belleza irreales son omnipresentes. Las redes sociales, la publicidad y los filtros contribuyen a una cultura donde la piel impecable se presenta como la norma y un signo de valía. Este bombardeo constante puede generar inseguridad y una presión intensa por alcanzar estos ideales, alimentando la obsesión por el cuidado de la piel.
  • Personas con tendencias obsesivo-compulsivas o ansiedad: Individuos con predisposición a pensamientos y comportamientos repetitivos y ansiosos tienen una mayor vulnerabilidad a desarrollar obsesiones relacionadas con la apariencia, incluida la dermorexia. La necesidad de control y la angustia ante la imperfección pueden manifestarse en rituales de cuidado de la piel cada vez más elaborados y compulsivos.
  • Individuos con baja autoestima o problemas de imagen corporal preexistentes: Para quienes ya luchan con la inseguridad sobre su apariencia, la piel puede convertirse en un foco de intensa preocupación. Cualquier imperfección se magnifica y se asocia con sentimientos negativos sobre sí mismos. La dermorexia puede surgir como un intento de controlar y "arreglar" esa parte de su cuerpo que perciben como defectuosa, buscando así mejorar su autoestima.
  • Posible relación con otros trastornos alimentarios o dismorfia corporal: Existe una conexión potencial entre la dermorexia y otros trastornos relacionados con la imagen corporal. La dismorfia corporal, un trastorno caracterizado por la preocupación obsesiva por defectos percibidos en la apariencia que no son evidentes para los demás, puede manifestarse en la piel. De manera similar, algunas investigaciones sugieren posibles vínculos con los trastornos alimentarios, donde la preocupación por el cuerpo y el control son temas centrales. Aunque la dermorexia se centra en la piel y no directamente en el peso o la alimentación, la raíz del problema podría compartir elementos comunes relacionados con la imagen corporal y la necesidad de control. La obsesión por la "pureza" o "perfección" que se ve en algunos trastornos alimentarios podría trasladarse al deseo de una piel "pura" e impecable en la dermorexia.

 

Las Nuevas Generaciones y las Redes Sociales

La dermorexia está encontrando un terreno fértil y preocupante en las nuevas generaciones, en gran medida impulsada por la omnipresencia y la influencia de las redes sociales. Los jóvenes, nativos digitales, están constantemente expuestos a un flujo incesante de contenido visual que glorifica una piel "perfecta", a menudo irreal y filtrada.

La Tiranía de los Filtros y la Edición: Plataformas como Instagram, TikTok y Snapchat están inundadas de imágenes y videos con filtros que difuminan imperfecciones, uniformizan el tono de piel y crean una apariencia artificialmente impecable. Esta presentación constante de rostros "ideales" establece estándares de belleza inalcanzables en la vida real, generando una norma de comparación dañina. Los jóvenes, al ver estas imágenes como representaciones de la realidad, pueden desarrollar una insatisfacción creciente con su propia piel y sentir una presión intensa por replicar esa perfección.

El Auge de los "Skinfluencers" y las Rutinas Virales: Las redes sociales han dado lugar a la figura del "skinfluencer", individuos que promocionan extensas y a menudo costosas rutinas de cuidado de la piel. Sus videos de "Get Ready With Me" (GRWM) y "rutinas de noche" pueden presentar el uso de diez, quince o incluso más productos, creando la impresión de que esta complejidad es necesaria para tener una piel "sana" y deseable. Los jóvenes, influenciados por la popularidad y el atractivo de estos personajes, pueden sentir la necesidad de emular estas rutinas, incluso si son innecesarias o perjudiciales para su tipo de piel y presupuesto.

La Comparación Social y el Miedo a Quedarse Fuera (FOMO): Las redes sociales fomentan la comparación social constante. Los jóvenes ven a sus pares y a figuras aspiracionales con piel aparentemente perfecta, lo que puede generar sentimientos de inseguridad, inadecuación y el miedo a quedarse fuera de una tendencia o estándar de belleza percibido. La dermorexia puede surgir como un intento de "ponerse al día" y alcanzar ese ideal visual promovido en Internet.

La Inmediatez y la Gratificación Instantánea: El mundo digital fomenta la inmediatez. Los jóvenes están acostumbrados a resultados rápidos y visibles, lo que puede llevar a la impaciencia con el cuidado de la piel. La dermorexia puede ser alimentada por la búsqueda de una solución rápida y la frustración cuando los resultados no son instantáneos, lo que lleva a un uso aún más agresivo de productos y tratamientos.

Normalización de Conductas Obsesivas: La proliferación de contenido relacionado con el cuidado de la piel en las redes sociales puede normalizar conductas que, en otro contexto, se considerarían obsesivas. Ver a miles de personas seguir rutinas elaboradas y hablar constantemente de sus "problemas" de piel puede hacer que los comportamientos dermoréxicos parezcan menos problemáticos y más una parte normal del autocuidado.

En definitiva, las nuevas generaciones están particularmente expuestas al riesgo de desarrollar dermorexia debido a la poderosa influencia de las redes sociales, que presentan estándares de belleza irreales, promueven rutinas complejas y fomentan la comparación constante. Es crucial fomentar la alfabetización mediática entre los jóvenes para que puedan discernir la realidad detrás de las pantallas y desarrollar una relación más saludable y realista con el cuidado de su piel.

 

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